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3/5/12

¿Quién es el diablo?

No busques al diablo en ningún infierno. No pienses que aguarda en las sombras, ni que espera a que mueras. El diablo ya está aquí y está dentro de ti. En realidad siempre estuvo ahí. Dentro de ti. Y de mí y de todo el mundo. Es una semilla con la que nacemos y que va germinando con nuestros errores a lo largo de la vida. El gran reto de la vida consiste en librarnos de esa semilla antes de morir. Esa y no otra es la gran disyuntiva de la vida. La que marca la diferencia entre cielo e infierno. El diablo es la capacidad humana de hacer el mal. Cuando alimentamos esa capacidad, se apodera de nosotros. Cuando emprendemos la singladura de la vida partimos con ese retoño en nuestro interior y tenemos todo el trayecto para librarnos de él. De lo contrario, acabará con nosotros. Pero lo más inquietante es que no necesita esperar al más allá. Su antropofagia comienza aquí, en el mundo de los vivos. Poco a poco te devorará por dentro, sin que lo sepas, sin que lo presientas. Y cuando llegues al final de tus días te preguntarás qué ha sucedido, dónde quedó tu vida. La respuesta la tendrás en el desarrollo de esa capacidad para hacer daño a los demás. No lo dudes. Si fracasas en la vida será porque has sembrado dolor a tu paso. Entonces verás que cuando se aproximen tus últimos días notarás una sensación asfixia que te introducirá a una lenta y dolorosa agonía. Estarás cosechando el daño que has sembrado. Tendrás la terrible sensación de haber perdido el tiempo. De haber malgastado la vida. De querer vivir más. Pero la cinta de la vida te arrastrará hacia el abismo y no podrás hacer nada salvo lamentar tus infinitos errores y contemplar conscientemente cómo la oscuridad se cierne sobre ti. En tus manos está evitar ese terrible final. Las buenas personas tienen un final muy diferente. Antes de morir, mucho antes de hacerlo, van sumergiéndose en un letargo dulce. Una especie de regreso a la infancia. Estarán disfrutando de haberse desecho de la semilla del mal que portaban. Poco a poco se sumergirán en un sueño placentero al que estarán deseando llegar más que nada en sus vidas. Porque habrán cerrado todas sus deudas, habrán sembrado el afecto entre los suyos y todos guardarán un buen recuerdo suyo. No querrán vivir más, porque habrá experimentado todo cuanto quería a lo largo de la vida y no necesitarán más. Cuando falten apenas unos segundos para el final, una luz blanca se abrirá en su mente y sentirán un placer más intenso de lo que jamás hayan experimentado y nada desearán más que dejarse arrastrar allí. 

1 comentarios:

  1. Anónimo16:49

    Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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