Cuando debo abandonar una barca,
antes me aseguro de tener otra cerca
que me ofrezca garantías de seguridad.
La observo, la compruebo, la pongo a prueba,
y solo entonces la abordo.
Sin embargo, observo con estupor
cómo hay otros
que apenas la ven en el horizonte,
se lanzan al agua y nadan hacia ella.
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